Por darle la oportunidad

 Nunca le den la oportunidad ala gorda del salón, me arrepiento tanto de eso, yo era un chico con un cuerpo normal no muy delgado, muy fuerte, muy gordo o muy atractivo, se podía decir que solo era normal. 

Un día Fabi que era una niña gorda del salón, me invito a salir, la verdad yo no quería ya que ella no me parece muy atractiva por que estaba gorda, pero como a una mujer no se le critica su físico, acepte salir con ella. 

Fuimos a una plaza solo a pasear y a conversar, no estábamos haciendo nada extraordinario y hasta eso pues todo iba bien. 

En esa plaza se estaba exhibiendo un presentación de algún experimentó, no sabíamos que era, pero aun así decidimos ir a investigar de que se trataba. 

Pero antes de que supiéramos que era una explosión acompañada de una nube de humo gris, rodeo una pequeña parte de la plaza. Mientras mi vista aun estaba nublada por alguna razón me sentía tan pesado, la falta de vista hiso que chocara contra una vitrina. 

Cuando el humo se disipo me quede tan espantado y horrorizado, de ser una persona delgada pase a ser un gordo, todo mi figura ahora era pura masa de carne y grasa. Mientras que a ese puta paso de ser la gorda del salón a ser una vieja rica. 

No fuimos los únicos afectados, ya que parece ser que otras personas, cambiaron de genero, cuerpos y corporalidades. Nunca se nos dio una explicación ni nada, tanto la plaza como las personas de la exposición se lavaran la manos, dejándonos a nuestra cuenta. 

Ya han pasado un par de meses y sigo gordo, pese a hacer dieta y ejercicio no logro bajar, las burlas y el maltrato por mi nuevo aspecto no se hacen esperar, obviamente eso me hace sentir mal conmigo mismo. 

Por otro lada a Fabi la tratan como una princesa, todos los vatos que la ignoraban y menos preciaban ahora estaban detrás de ella, la mimaban y la trataban con dignidad solo para tener una oportunidad de coger con ella. Y la putas de la morras ahora la traban como una igual, incluso le tenían envidia por su nuevo cuerpo. 

Después de nuestro intercambio corporal, ella ya no volvió a hablarme, de echo ella es la que mas mal me trata frente a las personas y sin miedo a la repercusiones. Si intentaba defenderme claramente quedaría mal aparado, con mi sobrepeso ahora parezco un pervertido sexual. 

Ahora todo el tiempo estoy triste y deprimido, como por estrés y tristeza, es mas fácil subir que bajar de peso, mientras yo hago eso, ella ahora pasa por su cúspide de sensualidad exigiéndose por intent su pequeño pero lindo culo y sus pequeñas tetas. 

Me arrepiento tanto de salir con la puta gorda del salón.               

                



       






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