Body swap con una jonko, Big Mom
Una mimi historia echa por Caht jpt, por que?, estaba aburrida.
Era una tarde soleada en la ciudad, pero esta vez la brisa parecía traer algo distinto. Caminabas por el puerto, fascinado por los barcos que atracaban de tierras lejanas, cuando una carcajada atronadora llamó tu atención. Big Mom, la temida emperatriz pirata, descendía de su imponente barco, rodeada por su tripulación.
Sus ojos te escanearon con curiosidad, y antes de que pudieras apartar la mirada, ella sonrió de manera inquietante. “Oh, qué criatura tan frágil... ¿Qué se siente ser tan pequeño y débil?” dijo, acercándose con su abrumadora presencia.
Intentaste retroceder, pero un extraño objeto que ella sostenía empezó a brillar intensamente. Un anillo dorado en su mano emitió una luz cegadora, y antes de poder reaccionar, sentiste como si tu cuerpo se disolviera.
Cuando abriste los ojos, estabas en la cubierta del barco, pero algo era diferente. Miraste tus manos: eran enormes y gruesas. La piel, áspera y llena de cicatrices, se extendía bajo los anillos dorados. Corriste hacia un barril de agua y miraste tu reflejo: eras Big Mom.
Mientras tanto, desde el barco, Big Mom en tu cuerpo estalló en carcajadas. Se movía con ligereza, disfrutando de la agilidad que nunca había tenido. Saltaba, corría y observaba su nuevo reflejo en las ventanas del puerto.
Intentaste adaptarte a tu nueva forma, pero cada movimiento hacía temblar el suelo. La ropa se sentía incómoda, y la constante hambre que surgía en tu interior era incontrolable. Mientras luchabas por mantener el equilibrio, Big Mom, en tu cuerpo, ya estaba rodeada de aldeanos que la miraban con asombro. Ella sonreía y disfrutaba de la atención, algo que nunca habías experimentado de esa manera.
“Este cuerpo es bastante útil,” comentó ella desde lejos, “Pero no sé si quiero devolverlo... Es refrescante ser ágil por una vez.”
Te diste cuenta de que, por más que intentaras moverte con su fuerza descomunal, no tenías la misma autoridad ni carisma. La tripulación no te obedecía; algunos incluso murmuraban sobre lo extraño que actuabas.
Pasaron horas, y mientras Big Mom vivía sin preocupaciones en tu cuerpo, tú solo acumulabas frustración. Finalmente, ella regresó con una expresión satisfecha. “Fue divertido, pero... prefiero mi forma. Nadie manda como yo,” dijo con desdén.
En un destello de luz, regresaste a tu cuerpo. Pero algo había cambiado. La forma en que ella había usado tu cuerpo con tanta facilidad te dejó con una extraña sensación de inferioridad. Mientras el barco de Big Mom se alejaba, te diste cuenta de que no importaba cuánto intentaras, nunca podrías manejar el poder y la presencia como lo hacía ella.
Con el eco de su risa resonando en el aire, te marchaste del puerto con una lección grabada: a veces, el poder no se trata solo de la fuerza, sino de cómo se lleva.
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